Por Dheeraj Kohli and Hemalatha Asund, Unisys
La mayoría de los viajeros se enfrentan a procesos de registro y seguridad en los aeropuertos con una sensación que va entre la resignación y el temor entre las largas filas que avanzan un paso a la vez. Mientras tanto, quienes deben registrarse hacen malabares entre el maletín, la cartera y la identificación, además de estar pendientes por que nada importante caiga al suelo. Sin embargo, y a pesar de la frustración de las personas, comprobar su identidad es un control de gran importancia.
La tecnología biométrica, en particular, las soluciones de reconocimiento facial, promete revolucionar este proceso en beneficio de los viajeros, las aerolíneas y los aeropuertos.
Múltiples aerolíneas, incluidas British Airways, Delta, JetBlue y Lufthansa, así como aeropuertos en todo el mundo, están probando la autenticación biométrica como una forma de optimizar la experiencia de los pasajeros. Con la biometría de reconocimiento facial, los pasajeros sólo se toman una foto en el aeropuerto, la cual se compara con un banco de imágenes de identificación válidas almacenadas. Si hay coincidencia, el pasajero puede avanzar en el proceso. Así el check-in y la seguridad, dejan de ser un “mal necesario” para convertirse en un proceso ininterrumpido y sin fricción.
Dado que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) preveé que 7.8 mil millones de pasajeros viajen para el año 2036, casi el doble del volumen actual de los viajeros aéreos, la necesidad de un proceso de registro de entrada y seguridad optimizado es fundamental. La propia IATA está promoviendo el uso de la tecnología biométrica en su introducción de One ID. Según IATA:
“One ID busca introducir una solución de gestión de identidad colaborativa que abarca cada uno de los pasos del proceso y las partes interesadas en el viaje de principio a fin desde la reserva, hasta la llegada al destino y viceversa, poniendo al pasajero en el centro. El concepto se basa en la validación temprana de la identidad de los pasajeros y en el acceso controlado a esta información por parte de las diversas partes interesadas públicas y privadas en una base autorizada para que el pasajero pueda ser reconocido y atendido de la manera más eficiente posible. pasos posteriores del proceso. El concepto implica el uso de una tecnología de reconocimiento biométrico, de identidad digital confiable y una plataforma de gestión de identidad colaborativa “.
Los beneficios de las soluciones biométricas son muchas, pero algunas de las más notables son las siguientes:
- Los pasajeros pasan menos tiempo en las filas, lo que mejora la satisfacción del cliente.
- Los comercios de los aeropuertos se benefician, pues los pasajeros tienen tiempo adicional para comprar y comer en la terminal.
- Los aeropuertos pueden automatizar el registro y la seguridad en mayor medida, optimizando las tareas del personal, su capacidad y los recursos en general.
- Las aerolíneas evitan retrasos innecesarios y costosos debidos a la espera de los pasajeros.
- Los aeropuertos y las aerolíneas aumentan la seguridad al analizar las imágenes faciales de los terroristas conocidos.
- Las organizaciones de inmigración y control fronterizas pueden verificar el estado de las personas que buscan ingresar a un país en tiempo real.
De esta forma, el uso de datos biométricos en los aeropuertos implica el uso de algoritmos confiables para reconocer coincidencias de identidad, una plataforma de administración y seguridad de extremo a extremo. Todos estos componentes trabajan juntos y en tiempo real para que se obtengan los beneficios prometidos.
El punto crucial es mantener con éxito la seguridad en los aeropuertos a través del uso de la biométrica. El hecho es que, si bien casi las tres cuartas partes de los pasajeros aseguran estar muy cómodos o algo cómodos con la biometría, un 86% de los consumidores declaran que están muy preocupados o algo preocupados por el mal uso de su información personal, según un estudio realizado por el Centro para la Identidad en la Universidad de Texas en Austin.
Por lo tanto, los aeropuertos, las aerolíneas y las organizaciones de seguridad deben demostrar que tienen la capacidad de proteger la privacidad y confidencialidad de los datos biométricos y personales de los consumidores. De lo contrario, podrían enfrentarse a objeciones o protestas contra la expansión de la tecnología biométrica.
Para promover la confianza digital entre los consumidores, la seguridad debe estar totalmente presente en cualquier solución biométrica de aeropuerto. Debe ofrecer autenticación multicanal y multifactorial, auditoría, monitoreo en tiempo real, análisis avanzados y protección contra amenazas externas e internas.
Existen, por ejemplo, soluciones que aprovechan la microsegmentación basada en identidad y el cifrado para asegurar dinámicamente a las comunidades de interés, separando los sistemas de confianza, los usuarios y los datos de los que no lo son. Permite a las organizaciones reducir aún más la superficie de ataque ocultando puntos finales, haciéndolos indetectables en cualquier red pública o privada.
De esta manera, podemos concluir que los pasajeros de las aerolíneas están más que dispuestos a sonreír a la cámara, siempre y cuando sepan que su sonrisa estará protegida.